Mi historia se remonta a mis padres, profesores de secundaría, y mi facilidad para decir “ no quiero ser maestro, es muy fácil” y la vida me trajo aquí, para comprobar y comprender a mis padres, ahora jubilados y que una cantidad de señores ya, en la calle los saluden con respeto y cariño, fue en verdad en mi caso una especie de invitación divina, yo trabaja para una empresa grande y atendía mercados importantes nacionales e internacionales, pero insisto la vida me trajo aquí, incluso la llamada telefónica, el examen de evaluación y las condiciones en que llegue a ser asesor educativo (nombre de mi puesto) han sido en verdad especiales… Lo único que les puedo compartir es que son muchos los retos…. Son de carácter material y de formación de seres humanos, trabajo en una zona rural y muchas metas hemos logrado mis compañeros y yo como lograr que nadie emigre a EEUU por lo menos en sus estancia en la prepa, los que se van que sean menos, que salgan a estudiar cada vez más alumnos, que vean nuevas metas, que conciban el mundo como una campo competitivo, pero fundamentalmente que sean mejores seres humanos, mejores mexicanos, mejores empresarios, mejores empleados, mejores papas; y solo así he superado mi primer momento frente a mi escuela, chiquita y humilde; y la concebí como una bola de arcilla dispuesta a ser forjada en algo hermoso, grande y lleno de voluntades; no lo niego la carga administrativa es mucha, impartir 10 materias al semestre, atender a 100 alumnos, fungir como prefecto, director y profesor, actualizarme gracias al apoyo del subsistema y del gobierno del estado, mi familia… bueno el cuerpo duele… pero siempre habrá un momento para tomar aire otra vez…..
